O La blogósfera sin mí*.
Una noche de luna, recargando la vista sobre un viejo libro de olvidada ciencia** –o sea haciéndome pendejo en internet- tuve a bien o mal poner la palabra “pinche” en el buscador.
De ahí entre muchas cosas me salió un tal “
Pinche Búho”.
Para mí eso era una página web. Pero había algo extraño. No había direccionamiento a un foro o libro de visitas sino comentarios directos. Cosillas pequeñas y detalles como ese se me fueron atravesando hasta dar de algún modo con la palabra “Blog”.
Como nunca me ha gustado quedarme con la duda, comencé a investigar hasta toparme con
Blogs México y un curso de Blogger.
Hice entonces éste blog un septiembre del año pasado. De link en link me conduje a el
Colectivo tostador ya difunto, (con un slogan que decía “El Huevo nos la pela” no sabiendo en ese entonces a
quién diablos se referían), el de una tal “
Butterposa” que es también un blog difunto y buscaba cómo hacer original mi blog en otro sitio muerto llamado “
De todo para blogs” (por cierto todos ellos "Blogstars" de esos que nunca te contestan comentarios como
La Princesa Radioactiva). Todos ellos incluyendo Bloguisferio murieron a los tres días que yo “nací” y Blogs México tenía (y tiene) cuelgues constantes. Me sentí traicionado; hasta que di con
Blogueratura y
Ñ blog, los cuales me fueron condujendo de manera azarosa hasta El manifiesto Azul (muerto también) al que conocí y a la semana,
Perseguida lo mató.
En el transcurso –recuerdo mi primer comentario- era de spam. Pero el verdadero primer comentario lo recibí en
Cuerdas Rotas (blog que aún no decido si eliminar debido a que me di cuenta de que el rock ha muerto) y era de
Morgaana corrigiéndome la ortografía. Hasta el post treinta y tantos de este blog se apareció por aquí
El Enigma, explicándome su extraña firma. De ahí pal’ real uno esporádico de anónimo cada tres meses o algo así.
Recuerdo con agrado empezar a ver que no navegaba entre muertos llegando a
Sondemar y el blog de
Noemí, el de
Zolliker (que lo acaban de abrir en dos y le manosearon las entrañas al pobrecillo) y mi buen casi hermano ideológico
El Ateo o la adorable
Hada de noche (o la talvez difunta
Nausealéctica); pero lo que recuerdo con más extrañeza es que a partir de hace tres semanas no hay un post sin comentario
y eso es lo que vengo a agradecer tecleando estas letras como si fuera una manda. Gracias a todos los que cupieron y los que no de igual forma por haberme dado un alter-ego más: “Xoconoxtle Cósmico” y derivados.