Aechenia Karum Nae

"Blog conservado en alcohol".

4/29/2006

 

El plumillero vacío

Ayer por la noche llovía, yo estaba en la central camionera. Sentado solo en una silla de espera color naranja estaba aquel ser adolescente. Empuñaba con inseguridad una guitarra electroacústica, tocaba “More than words” con tal silencio como si tocara sólo para sí. Su guitarra traía pegado un plumillero, mas éste se encontraba vacío. Alguien se acercaba –sobre todo mujeres- e inmediatamente tocaba todavía más quedo. Yo me acerqué a su lado, a poner mi mochila en una butaca para sacar un suéter. Lo volvió a hacer. Se paró para fijarse si ya salía su camión.

Negativo.

Se le notaban poco menos de dieciséis años en la cara, tenía el cabello corto. Me recordó tanto a mí hace apenas un lustro. Me recordó también que yo siempre uso plumillas de guitarra como separadores y en mi mochila había siempre al menos un libro.

“Historia de las corrientes filosóficas” era el título que encontré anoche. Eureka.

-¡Hey! ¡Tú, el de la guitarra!

Se señala a sí mismo interrogante como si hubiera ochenta como él en una sala de espera de seis por seis.

-Sí tú, ven.

-¿Qué… qué pasó?

-Mira, ten; –le doy una plumilla rosa- te veo muy desprotegido. Es para que la uses, para que toques recio. Que no te apuren ni te apendejen estas viejas, estas las ves ahorita que te veo babeando, mañana las ves panzonas. Así son aquí. Tenme fe.

-¡Gracias, muchas gracias! –lo vi colocar con cuidado la plumilla en su lugar- ¿Tu también tocas?

-… -no quise decir nada- ¿De dónde eres, muchacho?

-De Orduña de arriba.

¡Puta madre! Si yo vivo en un rancho él vive en la montañeidad vil.

Ser de Orduña, sea de arriba o de abajo y saberse “more than words” es un avance cabrónico. Para citar la circunstancia de vida ahí diré que allá todavía hay un reporte de vez en cuando de gente que se mata en peleas a machetazos.

-Bueno, pues órale, a darle. Nos vemos.

-¡Sí, gracias! Es de Extreme ..la canción.

-¿¡Tñá!? Ándale pues.

Llegué a mi cuarto un poco mojado, nada importante. Vi mi vieja guitarra recargada en una esquina. El plumillero estaba vacío.

Anoche dormí con una sonrisa.


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Comentarios:
Pues que bonito, te identificaste con el chavo...

Beso
 
que tierno eres Xoconostl...
 
algo asi como un duraznito suavecito y tierno.. .mm estoy mal tripiando de nuevo (fuk) hehe un abrazo!!!
 
que experiencia tan chingona. ratos como estos son los que te sacan la sonrisota idiotesca esa que no sabes como quitarte, y es de lo mas padriurix.
 
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