Casi lo hemos logrado, Señor Papel Higiénico, ese virus no contaba con las armas de asedio con que contenía aquella bolsa llena de medicinas casi (y otras ya) caducas.
Y es que el Señor papel higiénico y yo, llevamos dos días en una fluida y aguerrida lucha contra la gripe.
Al principio no era mucho y pensé en adquirir unos Kleenex para evitar el rose de mi beatificada narigona, humectada de moquera cual perro vil; mas pobre fuere mi suerte en aquel momento que los usé, cuando me percaté de que ese papel infame me causaba una alergia estornúdica de los mil diablos.
Fue ahí donde conocí al Señor Papel Higiénico. Bueno, ya le había visto en otros menesteres más... digamos... personales y cotidianos, pero ésta vez accedió a tomar parte en mi lucha contra el malvado virus, y como primer acto, desplazó al ya poco deseable... (léase con harto odio... ponzoñoso...) Paquetito de Kleenex.
Confío en antes el rocío de la mañana, un amanecer de apresurado invierno nos mostrará de buena fe que habremos de ver acabada nuestra noble hazaña.
Aún podemos, Señor Papel.
Aún Podemos.
Post data: Creo que la página no se ve bien en resoluciones mayores a 800 x 600, si es así (y si no también) notifíquemelo porfavor.
Post Data 2: Después de varios segundos de análisis, creo que lo de la resolución es por la imágen de google y que repito la palabra "confiar" en el antepenúltimo párrafo. Chales. Lo corregiré (Chales x2).